Adiós a Marie Fredriksson, cantante de Roxette

Su banda fue la primera de habla no inglesa en grabar un MTV Unplugged y su icónico pelo blanco corto marcó tendencia por décadas. Emblemática por donde la mires y por donde la escuches, es una de las voces de la generación dorada y una intérprete increíble a quién nada le importaba. Así era Marie, así la describen sus compañeros, amigos y familiares. "Es muy normal, nunca aires de superestrella", decía el chofer de su caravana allá por los años 90s.

 

Desde siempre tuvo relación con la música. De adolescente, en Suecia, formó dos bandas  "Strul" y "Mamas Barn", pero llegaría al éxito con su carrera solista y consolidando -junto a Per Gessle- una de las bandas más icónicas de los 80s, 90s, y principios del 2000 -Roxette- poquito antes de que el cáncer de Marie interrumpa abruptamente su carrera.

 

La enfermedad fue descubierta por sus doctores en 2002. "Ahí arrancó el infierno", según las propias palabras de la frontwoman. Arrancó despacio: primero empezó olvidando las letras de sus canciones. Hasta que un día se desmayó en su casa y se encendieron las alarmas. Cuando despertó, Fredriksson estaba en la camilla de un hospital, y le informaron la dura noticia: "Tenés cáncer cerebral".

 

De todas formas, Marie decidió que su vida musical no terminaría ahí. En 2004, "The Change" marcó su regreso, esta vez en inglés, debutando en el mercado internacional de lleno. El álbum refleja los tristes episodios en su vida desde que se le detectó el tumor en 2002, y sacó dos álbumes más hasta el 2008.

 

LA VUELTA DE ROXETTE

 

El regreso de la banda iluminó los ojos de los fanáticos en 2011, cuando sacaron un nuevo álbum: "Charm School". Disco con el cual comenzaron una nueva gira mundial que los llevó por cinco continentes y que duró hasta el 2012. En 2016, los doctores de Marie le dijeron que definitivamente no podría seguir de gira debido a su enfermedad, así que la última gira fue cancelada.

 

ADIÓS A UNA LEYENDA

Marie Fredriksson es rock. Es pasión. Es feminismo. Es ruptura de estereotipos y es uno de los íconos femeninos más importantes en la historia de la música. La despedimos con honores. ¡Gracias por tanto, Marie!